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Sra. DÄPPEN ÉRIKA DORA

Importadora de frutas, cristiana, viuda y con un corazón lleno de generosidad.

Erika joven Erika en su oficina
Erika orando

Mi historia, mi camino

Nací el 2 de febrero de 1964 en un pequeño pueblo de la costa mediterránea española, hijastra de una familia humilde dedicada al comercio de cítricos. Desde niña aprendí el valor del esfuerzo: ayudaba a mi madre a seleccionar naranjas antes de ir al colegio.

A los 19 años me casé con Jean-Louis Däppen, un joven comerciante francés que visitaba nuestra cooperativa. Juntos fundamos una pequeña empresa de exportación de frutas tropicales entre España y Francia. Durante 21 años trabajamos sin descanso: él viajaba por África y América del Sur buscando proveedores; yo negociaba con supermercados europeos. En 2005 trasladamos la sede a Marseille para estar más cerca de los puertos del Mediterráneo.

En 2012 Jean-Louis falleció de forma inesperada tras una complicación cardíaca. Quedé sola al frente del negocio. Durante los siguientes 10 años dirigí la empresa yo misma, logrando duplicar la flota de camiones refrigerados y abrir un almacén en Perpiñán. Nunca tuvimos hijos; fue nuestra gran tristeza. Los médicos me diagnosticaron «síndrome de Asherman» tras una intervención complicada en mi juventud.

En 2019 comencé a sentir fuertes migrañas. Un resonancia magnética reveló un tumor cerebral maligno (glioblastoma grado IV). Desde entonces vivo entre tratamientos, quimioterapia y oración. Mi médico me ha dicho que mi tiempo restante se cuenta en meses.

La fe cristiana ha sido mi ancla. Todos los domingos asistía a la iglesia protestante de Saint-Charles en Marseille, donde mi padre espiritual me aconsejó: «Erika, tus bienes no son tuyos; son un préstamo de Dios. Devuélvelos a quienes más lo necesiten». Por eso he decidido donar todo lo que ahorré para mi proyecto de construcción: 980 000 euros.

No busco fama ni reconocimiento. Solo deseo que alguien de buen corazón use ese dinero para alimentar a los pobres, dar techo a los huérfanos y ofrecer oportunidades a los niños de la calle. Será mi único legado en esta tierra.

«El que da al pobre, a Dios presta, y Dios lo recompensará».
– Proverbios 19:17

Sra. DÄPPEN ÉRIKA DORA
Marseille, Francia

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Momentos de mi vida y de mis bienes.

Erika joven Oficina Frutería Casa Erika joven Oficina Frutería Casa

«No tengo hijos, pero puedo tener hijos espirituales en quienes confiar el fruto de mi vida.»

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